El motivo del globo es puramente circunstancial, tiene poco que ver con el resto, simplemente pasaba por encima de una urbanización de lujo, con un despistado explorador.
Las amplias terrazas del los apartamentos, albergan a todo tipo de personas cada una con sus vidas y manías.
Las zonas comunes y de ocio están llenas de animación. En torno a la piscina se puede observar como el guapito de turno salta por encima de uno de los camareros, el cual intenta esquivarlo sin éxito, para terminar con la bandeja del servicio en el agua. La vieja millonaria muy satisfecha, que se ligo al escuálido y abochornado muchacho, el atracador que cae al suelo asustado por la violencia de la atracada.
Todo pudoroso se tapa sus vergüenzas con la toalla, sin percatarse que en la terraza de arriba la solterona de su vecina se deleita con las vistas traseras.
La mala fortuna del camarero al tirar la bandeja al agua es la oportunidad que tiene este bañista de pegarse unos tragos de cubata por el morro.
El explorador se sorprende al verse en la terraza del apartamento, empieza a dudar que aquello sean los Alpes, toma su mapa y comprueba que se desvió un poquito.
Llegó el final con su fiesta, despedida, emoción, nostalgia, como debe de ser una falla.
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