Este año fue muy importante para la comisión, celebrábamos nuestro X año y eso se tenía que notar. Además, teníamos un acontecimiento extraordinario que daba mucho de si,
En la parte más alta de la falla, una gran tarta con las diez velas, ésta se apoya en un álbum con fotos de cada una de las fallas de los distintos años.
Ardieron los billetes de las antiguas pesetas, como crítica de lo que se estaba quemando en Sevilla, en homenaje al incendio de parte del pabellón español.
Muchos fracasos como este de nuestros flamantes atletas que ven como un minusválido les arrebata el oro. Otros hicieron el gran negocio, engañando al personal con unas obras de arte que tienen de todo menos arte.
Vemos el pabellón de España en un momento dramático e histórico, ardió al igual que arderá esta falla, la única diferencia es que la falla fue creada para este fin.
El atleta con las manos en alto implorando al cielo se lamenta al ver llegar al minusválido el primero.
El pintor convence a la gachí a que pose para él. Realmente no necesita modelo, él pinta siempre lo mismo, pero la chati le inspira.
La nave que reposa sobre los billetes es una fiel réplica de una aeronave real. Esta maravilla fue rescatada de las llamas por un alma caritativa que con mucha discreción se la llevó a su casa y nunca más la vimos.
Como se puede ver, el álbum contenía las fotos de la falla de cada año.
Los pasteleros con su enorme tarta de chocolate y nata, exquisita.
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