Fallas familiares

El arte de las fallas también llegó a esta familia.Comenzamos con cosas muy simples para entretener a los niños aun pequeños.

Esto que empezó siendo un pasatiempo para una tarde de domingo, se convirtió en una tradición familiar, en la que nos implicábamos a fondo durante varios días para conseguir tenerla plantada en medio del salón de casa los cuatro días de fallas.

Todas ellas como manda la tradición se quemaban, las primeras que solían ser un dibujito en un papel las quemábamos en un cenicero, después empezaron a crecer y ya no era cuestión de quemarlas en el cenicero, a partir de entonces las quemábamos en la terraza, con un equipo de bomberos que las mojaban con la manguera de regar las plantas, crecieron mucho mas llegando a medir 1,60 m. estas ultimas se quemaron en la calle en un lugar permitido y con castillo de fuegos artificiales.


Como cualquier falla que se precie, ésta también tenia una votación para elegir el “ninot indultat”

"Ninots" indultados"


Nuestra falla, poco a poco empezó a tener una cierta familla entre los conocidos, amigos y familiares. Todos los años la visitaban y de paso votaban al “ninot” que se salvaría de la quema. Estaba muy organizado, junto a la falla se encontraban un montón de papeletas con los números de los “ninots”, todo el mundo conocía la mecánica, elegía, cogía su papeleta, la doblaba y la depositaba en una cajita con una ranura, el último día se abría la caja en presencia de los cuatro miembros de la junta, se contaban los votos y se salvaba el que mas votos tuviera, el algunas ocasiones, como en algún empate o por razones sentimentales, y siempre disimuladamente en el ultimo momento alguien rescataba la las flamas algún ninot.


Siempre se encargaron de las caricaturas o “ninots” los niños, su imaginación para crear personajes no tenia límites. Los guardo celosamente, por su valor sentimental y por su valor real, algunos son muy buenos.